Crisis de lactancia

Han pasado 3 semanas desde que tú bebé nació, cuando crees que has superado lo difícil, lograr que el recién nacido coma y ya no llore, los pezones adoloridos han sanado, comienzas a dormir aunque sea unas 3 horas seguidas, sientes que todo va mejor...  De repente todo cambia, las tomas se vuelven otra vez caóticas, el bebé succiona el seno y llora, deja de comer a los pocos minutos de iniciar y ya no quiere más, duerme una hora y vuelve otra vez el caos... te ha pasado???

Solo algunas madres no experimentan estas llamadas "Crisis de la Lactancia", en general la mayoría pasamos por momentos muy duros durante la lactancia. 

Hoy hablaré sobre este tema, basándome en las experiencias de algunas madres, a las cuales he tenido el honor de ser su consejera de lactancia.




"Las crisis de la lactancia o las crisis del crecimiento"

  1. CRISIS A LOS 3 SEMANAS DE VIDA
           No es una regla estricta que ocurre exactamente a los 21 días de vida, puede ser antes o después, algunas madres las sufren y otras no. Pero la mayoría experimenta un cambio de conducta en la alimentación del bebé, el cual quiere estar pegado al seno TODO EL DÍA, además no succiona de manera sostenida y a la hora de haber comido quiere de nuevo. Parece estar insaciable o que la leche de mami, se acabó.

¿Qué está pasando?

  No hay estudios que respalden lo que ocurre en esta etapa, solo observamos lo que le pasa a la mayoría de los bebés. Entonces creemos que el bebé, crecerá mucho en esta etapa y necesita aumentar la producción de leche de su madre y la única manera de conseguirlo es mamar sin tregua durante unos 3 a 5 días, consiguiendo así una producción de leche óptima, una vez logrado el objetivo, el niño volverá a hacer tomas más espaciadas y la lactancia retomará su curso más tranquilo de demanda.

     2. CRISIS DE LAS 6 A 7 SEMANAS

      De nuevo, el niño necesita más volumen de leche y sabe perfectamente cómo conseguirlo, vuelve de nuevo el incremento de la demanda y del número de tomas, pero además el niño se pone muy nervioso, mama dando tirones, llora en el pecho, arquea la espalda (con el pezón en la boca), tensa las piernas.

¿Qué está pasando?

    Al parecer, en este momento también se produce un cambio en la composición de la leche, cuyo sabor varía significativamente y de forma transitoria. La leche tiene un sabor más salado, y a algunos niños no les gusta el cambio. Al igual que en la crisis de los 21 días, una vez normalizada la situación, (lo que puede producirse al cabo de aproximadamente una semana), los niños recuperan el patrón de lactancia anterior a la crisis.
     3. CRISIS DE LOS 3 MESES
         Es la más “delicada” y compleja, ya que afecta a la madre y al bebé y la situación tarda un mes, aproximadamente en encauzarse:
  • El bebé ya no pide pecho tan a menudo, algo que la madre puede interpretar de diversas formas: no tiene hambre, no quiere comer o la rechaza.
  • La madre nota los pechos blandos, lo que atribuye a una producción insuficiente de leche.
  • El bebé hace tomas caóticas, en las que se distrae por cualquier cosa y a menudo rompe a llorar al poco rato de haber empezado a mamar.
  • Sólo parece mamar bien y tranquilo cuando está dormido.
  • El bebé engorda menos, lo cual es perfectamente normal a medida que crecen pero puede reforzar la sensación de que pasa hambre.

¿Qué está pasando?

      A los 3 meses, los bebés son unos experto en la succión, al principio de la lactancia podía tardar unos 20 minutos o más en vaciar el seno, ahora pueden hacerlo en unos 10 minutos, ahora su curiosidad por la vida es mayor y se distraen con cualquier cosa, a veces pareciera que no están interesados en comer. Hay varias razones lógicas para explicar este comportamiento y la principal es que los bebés ahora ven de manera más nítida y su cerebro esta recibiendo todas las señales que llegan a través de los ojos, los oídos y el tacto.

    Por si fuera poco, a partir de los tres meses los niños lloran al mamar. Empiezan a succionar, se ponen a bramar con desesperación. Esto no hace más que aumentar la angustia de la madre, puesto que se nota los pechos extremadamente blandos, tiene la sensación de que apenas produce leche y es posible que haya dejado de notar las subidas de la leche. Otra combinación de factores que impulsa a las mujeres a dejar el pecho de forma precoz y no deseada.

    Ahora las mamis deben comprender que los bebés vacían el seno más rápidamente y el bebé sigue con hambre, por lo que debe ser fabricada leche nuevamente, pero ahora la glándula mamaria está preparada para fabricar la leche en el momento que el niño la requiera, y el cuerpo tarda sólo 2,2 minutos en desencadenar el reflejo de eyección y proveer al niño de toda la leche que le hace falta. Lo cierto, sin embargo, es que los niños suelen mostrarse molestos con este cambio. Estaban acostumbrados a encontrar la cantidad de leche que ellos querían nada más ponerse al pecho, pero ahora tienen que succionar, esperar unos minutos y volver a mamar.

 4.  CRISIS AL AÑO DE VIDA
     
Llegar al año de lactancia es todo un éxito y en muchas ocasiones no suele ser nada fácil, ya sea por los compromisos laborales, la presión constante por parte de la sociedad y en ocasiones por los médicos; que consideran que el bebé ya es demasiado mayor para seguir mamando y opinan que la lactancia interfiere en su relación con la comida y sugieren de manera errónea que si se les deja de dar el pecho van a comer más.

¿Qué está pasando?

A partir del año de vida los bebés reducen su velocidad de crecimiento lo que se traduce en un descenso de la ingesta de alimentos, aunque no por eso reducen la demanda de pecho o dejan de mamar.
Eliminar la lactancia para intentar que coman más solamente causa que el niño reciba menos alimentos, puesto que a pesar de lo que se cree la leche materna sigue siendo nutritiva y adecuada para los niños a partir del año.
Cuando la velocidad de crecimiento se incrementa de nuevo, aproximadamente sobre los 15-18 meses los bebés empiezan a comer con mayor interés adaptándose instintivamente sus necesidades.

Cuando sientas que hay una situación parecida a las que ya describimos, no dudes es pedir la asesoría de un profesional de la lactancia, evaluar la situación evitará que pierdas la confianza y dejes de amamantar de manera precoz. 

Durante estos duros periodos de lactancia, se recomienda


  1. Aumentar la ingesta de líquidos.
  2. Mantener una alimentación muy nutritiva, haciendo 3 comidas principales y 3 meriendas.
  3. Descansar más, hacer más siestas diurnas.
  4. Colocar música para bebés, que sea agradable y que ambos puedan disfrutar.
  5. Recordar que las crisis son pasajeras y que pronto terminarán.

Anyela Balaguera - Consejera de Lactancia

Para mayor información: 0990619810


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